domingo, 20 de abril de 2014

FELIZ PASCUA

“Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” (I Corintios 15,14)



En la noche del Sábado Santo, en la celebración de la Vigilia de la Pascua, el sacerdote bendice el fuego, la luz se va extendiendo en las manos de los fieles y las tinieblas van desapareciendo. Por varias veces se proclama “La luz de Cristo” y los fieles dan gracias a Dios. Esa noche se celebra el triunfo de la vida sobre de la muerte, de la luz sobre las tinieblas, la oscuridad es vencida por la luz y Cristo Resucitado, vencedor de la muerte, se convierte en motivo de gozo y alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo Resucitado y que permanecerá prendido hasta el día de Pentecostés, el paso del Espíritu Santo.
Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la derrota del pecado y de la muerte.

En la Resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: Jesús está vivo y está junto a nosotros. Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección y el resucitado nos entrega su gran don: la paz.

La Resurrección es fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes, estamos llamados a anunciar a los que nos rodean nuestra alegría porque Jesús ha vencido a la muerte.

La Resurrección es una luz para los hombres y cada cristiano debe irradiar esa misma luz a todos los hombres haciéndolos partícipes del gozo del Resucitado, por medio de sus palabras, su testimonio y su trabajo misionero.





jueves, 10 de abril de 2014

Visita de Sor Rosa María Miró

El pasado 8 de abril nos visitó Sor Rosa María Miró, miembro del consejo general de las Hijas de la Caridad con sede en París.
La visita a nuestro colegio se enmarca dentro de la visita que Sor Rosa María está realizando a todas las casas y obras de las Hijas de la Caridad en la provincia, es por ello que es una visita excepcional que nos recuerda que nuestra  tarea en el colegio se enmarca dentro de un ente mayor que se alimenta del carisma de nuestros fundadores San Vicente y Santa Luisa.
Sor Rosa María, que venía acompañada por la visitadora provincial Sor  Eugenia,  fue recibida en el zaguán del colegio por la comunidad de hermanas, el Equipo Directivo y por representantes de los alumnos de todas las etapas. Visitó algunas de las aulas, realizó una pequeña oración con los alumnos de infantil en la capilla del centro y pudo dirigir unas breves palabras a los alumnos de Primaria y secundaria reunidos para tal en el salón de actos.
Ya por la tarde el claustro de profesores se reunió de nuevo con Sor Rosa María esta vez en Zamora junto con los claustros de los colegios La Inmaculada y La Milagrosa, los trabajadores y hermanas de las residencias de ancianos de Villalpando y Villardeciervos y el resto de asociaciones vicencianas con presencia en nuestra provincia, para compartir experiencias y opiniones. Fue un encuentro especial para todos aquellos que formamos la familia vicenciana en Zamora.